El mundo de la caza suele deparar sorpresas y emociones, y así lo vivió el cazador Jesús Oliver en su última montería en Zaragoza. Invitó a su vecino José Gabea, quien tuvo la suerte de abatir un enorme jabalí con unos colmillos dignos de medalla, convirtiéndose en el más grande que recuerda haberse cazado en los últimos diez años en el coto de Oliver.

La montería se organizó en las cercanías de Murillo de Gállego, en la provincia de Zaragoza. Oliver describió cómo se produjo el lance al gran cochino: «Se nos había pasado a todos y le salió el jabalí de su vida por mitad de unas retamas». «Le disparó en dos ocasiones con un rifle en calibre .300 Winchester Magnum. Aunque aguantó en pie unos segundos, finalmente cayó abatido», narró el cazador maño.

El animal pesaba 120 kilos y tenía unos colmillos de 21 centímetros de largo cada uno y 2,4 centímetros de ancho, por lo que se estima que podría acercarse a los 113 puntos. El trofeo ya está en manos de un taxidermista de confianza que lo preparará para que José Gabea tenga un recuerdo imborrable de su memorable experiencia.

La caza en España es una actividad muy arraigada en la cultura popular y cuenta con una importante tradición, que atrae a numerosos aficionados tanto nacionales como internacionales. La montería es una de las modalidades más practicadas en el país y consiste en la caza mayor en grupo en un terreno acotado, donde se persiguen jabalíes, ciervos, corzos y otros animales. La emoción de la espera y el lance, el respeto por la naturaleza y el compañerismo son algunos de los valores que los cazadores destacan de esta actividad.

También cazó un gran ciervo

Jesús Oliver, un cazador experimentado que reside en la capital de Zaragoza, compartió una emocionante historia de caza en la que su amigo José Gabea logró abatir un jabalí con colmillos dignos de medalla. Este animal es el más grande que Oliver ha visto en su coto en los últimos diez años y su peso superó los 120 kilos. Los colmillos de este jabalí medían 21 centímetros de largo cada uno y 2,4 centímetros de ancho, lo que sugiere que el trofeo podría tener una puntuación de hasta 113 puntos.

El suceso ocurrió durante una montería en las cercanías de Murillo de Gállego, en la provincia aragonesa. Jesús había invitado a su vecino José Gabea a un día de caza, pero nunca imaginaron que iban a tener tanta suerte. Después de buscar al jabalí durante un rato, finalmente apareció entre unas retamas y fue entonces cuando José disparó dos veces con su rifle en calibre .300 Winchester Magnum. Aunque el animal aguantó unos segundos, finalmente cayó abatido. El cazador maño se mostró sorprendido y emocionado por el tamaño del jabalí y por el éxito de su amigo.

Pero las buenas noticias no terminaron ahí. En la misma temporada, José también logró abatir un gran ciervo en las cercanías del municipio de Biel, en la comarca de las Cinco Villas de Zaragoza. Según Oliver, el ciervo llegó a cuatro metros de su amigo antes de que pudiera abatirlo. El momento fue grabado en vídeo y quedará como un recuerdo imborrable para los cazadores.

En definitiva, estas dos capturas demuestran que la suerte acompaña a quienes persiguen su pasión con dedicación y respeto por la naturaleza. Además, son un ejemplo de cómo la caza puede ser una actividad que fortalece los vínculos de amistad y genera experiencias inolvidables para compartir con los seres queridos.

Video de la captura del ciervo