La norma ha provocado la mejora de la producción y calidad de las poblaciones trucheras

Los agentes medioambientales y técnicos del servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León han desarrollado durante los últimos seis años campañas anuales de seguimiento y evaluación de las poblaciones piscícolas en los ríos de la provincia de León. Los muestreos se han realizado de acuerdo a una distribución sistemática establecida a escala regional por la Red de Seguimiento y Control de las Poblaciones Acuáticas y, según la cual, cada año se muestrea una de las tres cuencas importantes de la provincia, Esla, Órbigo y Sil, por razones de disponibilidad y uso racional de los medios. A estos muestreos hay que sumar otros doce que corresponden a las estaciones que constituyen la Red de Vigilancia, que son representativas de cada cuenca y que están distribuidas por toda la provincia.

La conclusión principal que se extrae de los seguimientos realizados es claramente positiva para los ríos leoneses, tanto en el incremento del número de capturas como en su tamaño. Esto se debe a la decisión de modificar la intensidad del aprovechamiento piscícola a través de tramos sin muerte, con cupos de dos capturas gratuitos y los clásicos cotos con cuatro truchas previo pago de una tasa. Estas medidas han tenido un impacto positivo en los ríos leoneses. Esta mejora llegó tras la implantación de la Ley 9/2013, de 3 de diciembre, de Pesca de Castilla y León.

Empezando por la cuenca del Esla, con un incremento de longitud de río muestreada en 2018 del 40% respecto al 2015, se han capturado más del doble de truchas, mostrando un incremento notable, especialmente si se mantiene en el tiempo.

Fuente. diariodeleon.es