El sindicato agrario Coag solicita la intervención de Desarrollo Rural para reducir la presencia de estos depredadores en los pueblos

«A todas horas» y, cada vez, «más cerca» de la puerta de casa. La presencia del lobo se ha incrementado de manera «preocupante» y ha causado problemas tanto a los ganaderos como a los propios vecinos de las zonas rurales, quienes denuncian la proliferación de ataques de estos animales, protagonistas de incidentes en diversos puntos de la región en los últimos días.

Tineo, Grandas de Salime, Villayón y Tapia de Casariego son algunos de los concejos más afectados en las últimas horas por los ataques del lobo, según enumera Mercedes Cruzado, secretaria general del sindicato agrario Coag. A las pérdidas económicas producidas por estos ataques -una batalla ya habitual para los ganaderos- se suma también una creciente preocupación e incluso «temor», que va en consonancia con el atrevimiento de los lobos, envalentonados, explican desde el sindicato, al haber menos presencia humana en las calles. «Es un doble confinamiento, por un lado, a causa del coronavirus, y por otro, debido al miedo a los lobos», lamenta Cruzado.

Las llamadas de teléfono al sindicato para advertir de nuevos incidentes son constantes, asegura la secretaria general. Uno de los más recientes, añade, se produjo «cuando un caballo, al sentir el olor de los lobos, se encabritó y tiró al chico que iba montado. Pudo haberle provocado un accidente más grave».

Por estos motivos, desde Coag se ha solicitado a la consejería de Desarrollo Rural que se tomen medidas para reducir la presencia de estos depredadores. Los ganaderos, afirma Cruzado, se ven sobrecargados de trabajo a causa del incesante asedio de los lobos.

«Dicen que somos un sector estratégico y necesario para que la gente tenga comida en el supermercado, pero el plan de gestión del lobo no sirve para nada», lamenta Cruzado, convencida de que estos canes «están creciendo exponencialmente y dentro de poco entrarán en las cuadras».

Los últimos ataques de lobo han hecho mella en la moral de varios ganaderos, quienes temen que «ya no haya futuro para este sector», pero Cruzado insiste en que «no podemos depender de los mercados de fuera, tenemos que proteger lo que tenemos».

Desde la consejería se anunció que se retomarán las labores de control de lobos, pero Cruzado considera que «es necesario hacer muchas más batidas».

Fuente. elcomercio.es