La Conselleria de Transición Ecológica ha presentado un borrador de plan para la gestión de las poblaciones de jabalí en la Comunitat Valenciana con el fin de controlar la sobreabundancia de estas especies y los problemas que generan. La propuesta ha sido presentada por la consellera de Transición Ecológica, Isaura Navarro, y el director general de Gestión del Medio Natural, Julio Gómez, al Consejo Valenciano de Caza, donde están representadas asociaciones de caza, la administración, grupos científicos y conservacionistas, el SEPRONA de la Guardia Civil o la Policía Autonómica, entre otros.
El objetivo principal del plan es implementar medidas para hacer frente a una situación que está causando muchos problemas, especialmente en los cultivos, la agricultura, la seguridad en las carreteras y la biodiversidad del medio ambiente. La Conselleria ha anunciado que realizará un plan de comunicación destinado a los ayuntamientos para informarles sobre las nuevas medidas y herramientas de control cinegético disponibles.
El plan se enfocará en ampliar criterios para esclarecer qué se entiende por sobrepoblación en una zona determinada. Se analizarán también como criterios de control las zonas donde se registra una mayor densidad de jabalís, la proximidad a cultivos agrícolas, el índice de accidentes de tráfico que provocan estos animales y su posible afección a la biodiversidad de las zonas húmedas.
La actividad cinegética y los dispositivos de captura a nivel remoto serán los principales sistemas de control de las poblaciones. La tendencia de capturas de jabalí en la Comunitat Valenciana ha sido ascendente, llegando en la actualidad a un volumen de capturas 2,5 veces superior al de hace una década y más de tres veces superior al de hace 20 años.
El plan cumple con los requisitos de la normativa europea y española en cuanto a los riesgos y problemas que generan los jabalíes a la sanidad animal, la seguridad vial y la agricultura. La Conselleria ha hecho hincapié en la importancia de controlar la población de jabalíes para mantener un equilibrio entre la biodiversidad y los intereses de los agricultores y la sociedad en general.