En general la conciencia popular es que las costas del cantábrico son seguras y libres de tiburones. Sin embargo, éstos están más presentes de lo que la gente cree.

Algunos, son especies de fondo y de pequeño tamaño, como la pitarrosa, el cazón o la musola. Otros son especies pelágicas y de mayor tamaño, acostumbradas a cazar en aguas libres pero que ocasionalmente se pueden acercar bastante a la costa. Como los marrajos y las tintoreras, aunque no se consideran especies agresivas si se les conoce eventuales ataques a personas.

Además, grandes pero inofensivos tiburones peregrinos suelen visitar esporádicamente las aguas del mar cantábrico y del golfo de Vizcaya.

Aunque no se han registrado ataques en nuestras aguas, el Golfo de Vizcaya está entre las áreas de distribución del jaquetón o “tiburón blanco”.

ESPECIES MAS COMUNES DE TIBURONES EN EL CANTÁBRICO:

Vamos a describir los más conocidos, tanto por su abundancia como por presentar cierto interés pesquero.

Pintarroja (Scyliorhinus canicula):

También llamada pintarrosa o lija. En los puestos de venta de pescado de algunos puertos pesqueros como Lekeitio se suele vender descabezado y pelado. Su interés comercial es bajo, siendo consumido casi exclusivamente de forma local, aunque eso sí bastante apreciado. Es captura accesoria de las redes para salmonete y pescadilla.

Posee una piel muy áspera, de coloración blancuzca con diversas motas y puntos parduscos. Habita sobre todo fondos de arena y grava. No alcanza grandes profundidades siendo común desde los 20 a 100 metros. Su tamaño habitual ronda los 60 – 70 cm. Se alimenta normalmente de noche cazando pequeñas presas ya sean pececillos o invertebrados como cangrejos o gusanos. Es un pez más bien pasivo y poco nadador, cuando lo hace es a modo de serpenteo.

Cazón (Galeorhinus galeus):

También conocido por tollo, tolla o tollino. Especie de cierto interés comercial. En su pesca se utiliza fundamentalmente el arte del palangre.

De coloración homogénea gris o parda, vientre blanquecino, es característico su prominente hocico y su cola con los lóbulos largos y bien marcados.

Habita la zona costera desde los cantiles de la plataforma continental hasta las zonas más litorales, puede penetrar incluso en los estuarios y rías. Buen nadador, le gusta cazar a media agua, atacando los bandos de anchoas o sardinas, aunque a veces también come en el fondo o se le ve incluso en la superficie.

Puede pegar más de un susto a buceadores deportivos ya que llega a medir más de 1,5 m.

Tintorera (Prionace glauca):

También denominado caila o kaela.

Es un tiburón de alta mar, aunque en ciertos momentos del año, cuando el agua se empieza a calentar es muy frecuente desde Galicia al Golfo de Vizcaya. Normalmente se encuentra a varias millas de la costa, aunque últimamente, se le observa más cerca de la costa, compartiendo hábitat con el cazón. Suele concentrarse en pequeños grupos sobre todo si la comida es abundante. Frecuenta las zonas de cantil y fondos abruptos.

De forma muy estilizada, finas y largas aletas pectorales a modo de estabilizadores. Aunque en nuestras aguas lo habitual es encontrarnos con ejemplares jóvenes en torno a 1 – 1,5 m de longitud, pueden llegar a medir más de 5 m. Gran nadador, de un precioso tono azul. Grandes ojazos negros, poderosos dientes como cuchillas.

Aunque raramente es agresivo potencialmente puede ser un peligro en situaciones de naufragios.

Su carne es muy aceptable. Se le captura sobre todo con palangres de superficie y en ocasiones pica a los aparejos para bonito.

Marrajos:

Con esta denominación se conoce a dos especies diferentes pero muy parecidas, el cailón o marrajo del norte (Lamna nasus) y el marrajo o tiburón mako (Isurus oxyrhinchus). Ambos son peces cosmopolitas y de mar abierto. La presencia del “mako” es por aquí excepcional. El “marrajo del norte o sardinero” nos frecuenta con cierta asiduidad y muy cerca de la costa. De gran tamaño pueden alcanzar los 4 m. Dorso de color gris azul oscuro.

Ambos están entre las especies potencialmente peligrosas para las personas ya que se han registrado ataques. Suelen reunirse en pequeños grupos de caza. Próximos en la escala evolutiva al tiburón blanco.

Están entre los nadadores más rápidos del océano, siendo el tiburón mako el escualo más veloz.

Se encuentran actualmente entre las especies de tiburones protegidas, y su pesca o comercialización están prohibidas. En las pescaderías se solía ofrecer al corte en lugar del emperador o pez espada.

PESCA DEPORTIVA DE LOS TIBURONES DEL CANTÁBRICO

Los que capturamos más habitualmente son pitarrosas y kaelas. Más ocasionalmente cazones y musolas (muy parecido al cazón).

Los podemos capturar tanto a fondo como en superficie, pueden entrar a nuestros anzuelos de forma fortuita, aunque también podemos ir a por ellos específicamente, sobre todo cuando hemos detectado su presencia. Pueden atacar nuestros cebos, tanto cuando están calados en el fondo como cuando empezamos a subir el aparejo y entonces el cebo o el pez que ha entrado a nuestro anzuelo les llama la atención.

Son por lo tanto capturas ocasionales. Pero si empezamos a sacar nuestros aparejos con la línea cortada como con una cuchilla, a diferencia de raspados y mordidos como suelen dejar los congrios los terminales, podemos decidir ir a por ellos cambiando el terminal y poniendo uno de acero, entran tanto con pez vivo como muerto.

Hay momentos en que nuestros restos de carnada y pescado les atraen y se aproximan al barco, normalmente a media agua esperando que subamos alguna captura para lanzarse a por ella y llevársela. A veces en ocasiones vencen el recelo y los podemos ver en superficie. Es buen momento de preparar una caña provista de flotador corredizo y cebar ya sea con sardina o algún pez vivo no muy grande que acabamos de sacar, un chicharro por ejemplo y lanzar el cebo apartándolo lo más posible de la embarcación.

No va a ser habitual pescarlos en aguas poco profundas y lo normal es que los detectemos en fondos a partir de los 60 metros de profundidad.

En los buenos pesqueros con fondos ricos en alimento y sobre todo por el otoño abundan las pitarrosas, éstas entran muy bien a las gusanas, pequeños crustáceos o tiras de calamar. Hay ocasiones que son muy abundantes y no dejan a otras especies ni acercarse a nuestros cebos. Un consejo manipularlas siempre con guantes ya que su piel es como la lija y las raspaduras que provocan con su cola al agitarse si no estás protegido son muy dolorosas y se infectan muy rápido. También es conveniente que liberemos a las hembras sobre todo si están preñadas, es muy fácil distinguirlas palpándoles el vientre, si lo tienen hinchado y notamos varias cosas duras dentro es que son los huevos. A diferencia de otros peces que ponen miles de huevos los tiburones solo ponen unos pocos, por eso la conveniencia de soltarlas.